Si bien las tasas de interés son parte de todo crédito hipotecario, la modalidad a elegir incide directamente en la deuda, es decir, en el valor de las cuotas.
¿Qué opción te conviene más al evaluar un crédito? Eso va a depender de tu situación económica, las variables del mercado y de cuáles sean tus planes, como verás a continuación.
¿Qué es la tasa de interés en un crédito hipotecario?
La tasa de interés es un cálculo que se hace sobre el monto total de un préstamo para determinar cuánto tienes que pagar al banco o institución por haberte otorgado el crédito. Cuanto más alta sea la tasa, mayor será la cuota que se debe abonar en las fechas establecidas en el contrato.
Es importante precisar que, por ley, se establece una tasa de interés máxima convencional, definida por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) todos los meses, durante los primeros 15 días. Puedes consultar esta información ingresando aquí.
Más allá de lo anterior, al momento de contratar un crédito hipotecario puedes optar por diferentes modalidades de tasas de interés, y saber en qué consiste cada una es clave para tomar una decisión acertada.
Diferencias entre tasa de interés fija y mixta
Los tipos de tasas se pueden clasificar en fija, variable y mixta. Ya que esta última es una mezcla de las dos primeras, es necesario comprender en qué consiste cada una:
- Tasa de interés fija. Es aquella donde el porcentaje que se calcula para el pago del dividendo se mantiene siempre igual. Por ejemplo, si adquiriste un crédito con una tasa fija del 2,5%, esto es lo que pagarás hasta el último dividendo.
- Tasa de interés variable. Aquí, el porcentaje puede aumentar o disminuir como consecuencia de las variaciones en el mercado, la realidad sociopolítica del país y otros factores. Por lo general, el reajuste se hace cada 6 a 12 meses.
- Tasa de interés mixta. En este caso, primero se aplica una tasa fija durante 5 años aproximadamente. Luego, comienza a regir la tasa variable, manteniéndose hasta finalizar los pagos.
Entonces, ¿cuál es la mejor alternativa? Si no quieres arriesgarte a que el dividendo aumente en determinado momento, la tasa de interés fija es tu mejor opción.
Es importante precisar que el valor a pagar en las tasas fijas acostumbra a ser más alto. Sin embargo, tienes la seguridad de que siempre pagarás lo mismo.
En cambio, si por ahora están en planes de ahorro o austeridad -pero cuentas con una buena situación económica- te conviene una tasa de interés mixta. Esto, ya que suele ser más baja que la fija en los primeros 5 años, lo que te da tiempo para mejorar tu capacidad de pago. Luego, cuando llegue el momento de reajustarla, puedes negociar las condiciones para obtener un beneficio.
También es importante considerar las variables del mercado y el nivel en que se encuentre la tasa de interés, lo que impacta directamente en el dividendo a pagar. Recuerda que la tasa variable o mixta puede variar hacia arriba o hacia abajo, independiente de el valor actual que tenga, por lo que si no te gusta tomar riesgos, es mejor que optes por una tasa fija.
Importancia de evaluar las tasas al adquirir un crédito hipotecario
Habiendo aclarado qué es la tasa de interés y sus diferentes variantes, vale la pena señalar que no da lo mismo qué opción tomar. Todo dependerá de tu situación actual, proyecciones y planes.
Entender la diferencia entre las tasas de interés te ayudará a tomar una decisión que proteja tus finanzas a largo plazo. Por eso, es fundamental que evalúes todas las opciones disponibles, para así encontrar la mejor alternativa para ti.
Desde luego, es recomendable optar por una entidad con amplia experiencia y de reconocida trayectoria, como AMH. Se trata de una compañía experta en financiamiento que, además, te ofrece orientación para que puedas elegir la alternativa más conveniente.